El santuario de Sant’Angelo Mártir es la iglesia patronal sobre el santo que sufrió el martirio el 5 de Mayo de 1220. El santuario está situado en la antigua iglesia de SS Filippo y Giacomo, protectores de la ciudad, que, por sus dimensiones estaba considerada angosta por los feieles.
La gente de Licata, para el culto reservado a Sant’Angelo, ha hecho construir una iglesia más grande sobre al anterior en el 1626, para agradecer el Santo Patrono que protegió la ciudad por la peste.
Los trabajos se realizaron por obra del arquitecto de Malta, Francesco Bonamici, y después por el arquitecto de Licata Padre Angelo Italia, que no acabó los trabajos de la Iglesia, que tenía que ser como la Catedral de Palma de Montechiaro.
Está caracterizada por tres naves, que la hacen monumental, con colores alegres utilizados en las decoraciones y para las obras de arte.
El sitio más importante de la devoción al patrono es el Pozo de los milagros (POZZO MIRACOLOSO), el primero entierro del santo y desde que empezaron los milagros, como por ejemplo la salida de aceite y agua con poderes sagrados de curación. La gente de Licata excavó en aquel sitio y encontraron restos humanos, que atribuyeron a Sant’Angelo. Desenterraron las reliquias y las pusieron en una urna de madera.
La urna de plata, realizada en el 1623 por el orfebre de Ragusa Lucio de Anizi, y que reemplaza las dos anteriores, está situada en la capilla en el cruzero a la izquierda del Santuario y está protegida por una reja de hierro decorada del siglo XVII, cerrada por tres llaves.
Guardadas en la iglesia, están los cirios para el voto (llamados en Licata “ntorce”), que acompañan al Santo durante la procesión el 5 de Mayo. Hay cuatro auténticos , y otros reproducidos para la procesión.
Cerca de la Iglesia está el convento de los padres carmelitas del siglo XVI, que, hasta el 1866, fue ocupado por los monjes. En el claustro está el museo del mar y la exposición de hallazgos de la Segunda Guerra Mundial y del desembarco de los Aliados. Hay una habitación dedicada a la cantante de folk, Rosa Balistreri, ahora dedicada a centro cultural.